Nacida el 17 de marzo del año 1974, Alma Aquino puede ser considerada como un ejemplo de fe, amor y compasión. Proveniente de un pequeño pueblo llamado Oropéndolas Santa Cruz de Yojoa, a muy corta edad sufre la muerte de su padre, Leopoldo Bonilla. Su madre, Alicia Ventura, decide enviarla a vivir con su tía, con el propósito de ofrecerle un mejor nivel de vida y con la intención que dé pudiese cursar sus estudios primarios. Años más tarde opta por emigrar a los Estados Unidos, a la ciudad de New York, donde iniciaría una nueva etapa en su vida. 

A la corta edad de 17 años contrae matrimonio con el padre de sus tres hijos Frank, Ricky y Christian. Luego, juntamente con su familia, hace la transición a la ciudad de Orlando, en donde enfrentaría los momentos más difíciles de su vida. A solo meses de haber llegado a la Florida, toma lugar la separación y divorcio del padre de sus hijos. Siendo la mujer luchadora por la que siempre se ha catalogado ser, inicia un nuevo negocio, el cual le permite continuar con el nivel de vida al cual estaba acostumbrada. Simultáneamente, también se ve envuelta en el mundo de la farándula, el cual le permite organizar eventos con artistas seculares e involucrarse con la comunidad, haciendo un aporte positivo al ambiente artístico de la ciudad. 

Años más tarde, fatigada de la misma rutina, llega Dios y toca su puerta, ya que el sentimiento de un vacío se apoderaba de su alma. En un momento de desesperación, reta a Dios y le pide qué le muestre si él era real. Al pronunciar estas palabras, una luz penetra su oscura habitación e ilumina el espacio en el cual se encontraba. Estos fueron los inicios de su nuevo caminar como seguidora de Jesús. Sus extraordinarias capacidades empresariales siempre la mantuvieron motivada, lo cual dio como resultado la creación de su fundación Sin Límites y más tarde el nacimiento de su revista con el mismo nombre. La revista Sin Límites se convirtió en un relato de sus vivencias, acompañada de información y artículos de máxima importancia para la comunidad cristiana de la Florida central.

La emprendedora Alma Aquino siempre demostró que tuvo una meta clara, y diariamente procedía hacia el objetivo de lograrla. Aun así, tiempo más tarde inicia el proceso más doloroso de su vida. La llegada de una enfermedad mortal que amenazaba con derrumbar todos sus logros. Inició con un fuerte dolor de estómago el cual su cuerpo no pudo resistir, y el cual la llevó a un estado de coma por veintiún días. Después de despertar de aquel profundo sueño recibe la devastadora sorpresa del diagnóstico. Gastritis crónica y cáncer de páncreas. 

El hospital se convertiría en su primer hogar, en donde pasó 240 días del año internada, de manera intercalada. Fue en aquel lugar de oscuridad en donde Dios trato con ella de manera personal y en donde le dio mandatos a seguir, sin importar el estado físico en el cual se encontraba. Alma Aquino se define a sí misma como el nombre de su revista, “Sin Límites.” En medio de aquel desierto el Señor le da una promesa de qué era sólo un proceso, no de muerte. Hoy en día, puede dar testimonio de lo que Dios hizo en su vida. Sin lugar a duda, Alma Aquino es un ejemplo hispano digno de admirar, la cual da por gracia aquello que ha recibido.

(Hechos 20:35) – En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.